Junto a los ahugurios más pesimistas aparecieron visiones alentadoras...
Quedémonos con estas últimas, aprendamos de ellas. Quitémosle a la Red el disfraz de sicario y estrujémosla como extrategia para conseguir una comunicación de infinitas dimensiones.
Yo apuesto porque el peridismo ciudadano no será nuestro verdugo. Junto a la hiperinformación producida por personas anónimas se genera una necesidad de selección, de garantías de vererificación. Confiemos en ello y, mientras que esperamos el desenlace, disfrutemos del apogeo de los medios: los viejos todavía no se han extinguido y los nuevos nos brindan mil facilidades y herramientas. Juguemos con ellas ;)
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