viernes, 8 de octubre de 2010

Perugia: adesso e qui :)

Día 8. Parece increible pero ya hace un mes que estamos en Perugia. Aquí el tiempo avanza de una manera diferente: a estas alturas me siento como en casa, parte integrada de esta ciudad llena de universitarios, rincones increibles y cuestas infinitas. Pero por otra parte, parece que fue ayer cuando estaba tirada junto a mi inseparable compañera de fatigas en la estación de Termini.
Nuestra llegada fue bastante tortuosa (trenes perdidos, maletas rotas, hostales repletos y un bed and breakfast que desde la distancia temporal podemos calificar de "entrañable") pero ahora todo esta en calma... Aunque halla que modificar ese concepto y atribuirle solo la conotación de estabilidad emocional.
Sí, puedo confirmarlo: el Erasmus es una experiencia increible. Todavía soy una novata en esto, pero solo por lo vivido en estos 30 días merecen la pena todos los papeleos, todos los encontronazos con la administración italiana y sus huelgas indefinidas, todos los "lios" que conllevan los cambios de rumbo o, mejor dicho, los caminos alternativos.

La idea inicial era describir esta experiencia desde el principio, incluso crear otro blog para ello... pero aunque las clases se resistan a tomar su ritmo normal, resulta más dificil de lo previsto encontrar un ratillo para escribir. Porque aquí, como ya os decía, el tiempo es distinto. Porque somos conscientes de que lo que tiene en común con el tiempo español es que no se detiene. Queremos aprovechar esto al máximo: conocer cada lugar, cada detalle, a nuestros nuevos compañeros de viaje. La meta es sacarle el máximo partido a cada instante aunque la mayoría de las veces no sea necesaria una gran logística. Algunos de mis mejores momentos aquí se han gestado en la Piazza IV Novembre, integrada en el bullicio que emananan esas míticas y abarrotadas escaleras.