martes, 22 de febrero de 2011

Usar y tirar

El fenómeno de la obsolencia programada ha pasado de ser una táctica de los peces gordos del consumismo a una característica más de nuestro estilo de vida.
Para quien no halla oído hablar de ella, es la limitación de la vida útil de los aparatos; la raíz de que aparezca en nuestro ordenador una "simpática" ventana que nos informa de que nuestra impresora tiene algún "problemilla" que no deberías molestarte en solucionar. ¿Para qué? Mejor comprar una nueva. También es la encargada de que los envoltorios de las bombillas alardeen de durar 1000 horas mientras podrían llegar a hacerlo 10 veces más.

Los aparatos se estropean rápido pero a una velocidad menor de la que aparece un nuevo modelo y nuestras ansias consumistas de poseerlo. ¿Y que pasa cuando el "juguetito" es un IPhone, por ejemplo? La broma puede ascender a más de 500€. Porque si se estropea la batería... mejor (o necesario) comprar uno nuevo.


domingo, 20 de febrero de 2011

Respuestas y Revolución

Mientras en el mundo árabe estalla la que dicen será su gran revolución histórica, algunos todavía no tenemos clara la razón de los grandes conflictos que colonizan esos territorios desde hace demasiados años. "Demasiados"... Cuándo un conflicto no dura demasiado? Todos son más largos de lo conveniente partiendo de la base de que lo conveniente sería que no hubiera conflictos.

Pero hablemos de uno cuyo comienzo se remonta a los años 40 y, a día de hoy, no vislumbramos su final: la lucha entre israelís y palestinos. El paso de los años la ha convertido en parte de la "normalidad" mundial. Estamos acostumbrados a oír hablar de nuevos secuestros, nuevos muertos, nuevos sucesos que tienen poco de novedad. Asumimos que ese conflicto está ahí y tiene difícil solución. Palestina es un lugar donde hay guerra permanente y punto. Ante la falta de soluciones, aparece la resignación.

Ayer empecé a leer "Cristo con un fusil al hombro", de Kapuscinski. En él habla en primera persona (gracias a su experiencia como corresponsal) de grandes conflictos que se desarrollan en distintos lugares del planeta. El primero del que habla es precisamente el ubicado en Palestina. Para explicar su origen, utiliza una metáfora que me pareció muy interesante:

"La gente se amontona llenándolo hasta los topes como en un autobús urbano en hora punta. Además, hace mucho calor; todo el mundo está empapado en sudor y de mal humor. Nadie tiene suficiente espacio ni suficiente aire. En semejantes condiciones se puede recorrer una o, a lo sumo, dos paradas. Pero basta que alguien le pise los pies el callo al vecino para que éste lance un grito audible hasta en las antípodas. (...) He aquí la Palestina de hoy, una de cuyas mitades queda anexionada, y la otra ocupada, por Israel."

Esperemos que la revolución que está viviendo Oriente pase realmente a la historia como el inicio de su liberación y como el fin de todo aquello a lo que le hemos puesto la etiqueta de "sin solución".

"Ellos saben que Palestina es una tierra condenada a dos pueblos, pero un pueblo no puede vivir a costa del otro, no puede asentarse a costa de condenar al otro al éxodo y la vida errante. Ahora, los palestinos son el único pueblo del mundo que no tiene patria. El único pueblo que deambula por la tierra y no tiene techo."

miércoles, 16 de febrero de 2011

Los restos del romanticismo

Desde la ventanilla del autobús que me llevó del aeropuerto de Ciampino a Termini todavía se percibían los últimos restos de San Valentín. Algunos globos en forma de corazón decoraban los puestos de flores sembrados en los alrededores de la estación central de Roma, aunque el colorido de lo que en ellos se vende no necesite grandes ornamentaciones adicionales. A mi cabeza vino Romeo: había elegido la famosa obra de Shakespeare para amenizar el tramo de autobús hasta Lérida, en mi visita del lunes a unas amigas que estudian allí. Lo reconozco, no la he acabado de leer. En especial el papel de Romeo me "motivó" bastante poco. Lejos de un romántico entrañable, me pareció un obseso del enamoramiento y el "empalogosismo". Las historias de amor son peligrosas: de bonitas o adorables pueden convertirse en repelentes si nos pasamos con las exageraciones. No quiero criticar una de las grandes obras de la literatura. La esencia de la historia esta muy bien, pero me parece demasiado... no sé.

Mientras miraba esa estampa "post-San Valentín" sonaba en mi Mp3 esta canción:


Creo que esas son las historias de amor verdaderamente bonitas. Las que consiguen "dejar el orgullo y el sermón" a un lado, como dicen Lory Meyers. Preciosos los amores a primera vista, pero en días inundados de corazones flotantes y anuncios de regalos "romanticones", merecen un aplauso quienes consiguen mantener vivo el cariño con el paso del tiempo y para quien tenga el valor de reconquistar sin tapujos a la persona con la que ya ha compartido mucho más que un cautivador cruce de miradas.

domingo, 13 de febrero de 2011

Por qué quieres una beca Séneca?

Hace unos días mandé los papeles para solicitar la beca Séneca para el próximo curso. Para quienes no hallan oído hablar de ella, es una especie de "Erasmus" pero que te permite estudiar durante 5 o 9 meses en otra universidad española con la que la tuya tenga un acuerdo preestablecido.

Además del correspondiente formulario, de una copia del expediente académico y otra de la matrícula actual, se me pedía como documentación adjunta una memoria justificativa. Cuando abrir el documento Word en blanco donde iba a escribirla me acordé de varias voces familiares: "No paras quieta, eh?" "De verdad te merece la pena volver a marcharte?" "Es tu último año... yo que tú no me iria". Pero yo sí lo haría, y comencé a escribirla.


El curso que viene me quiero ir "de Séneca" porque creo que la universidad es mucho más que lo que aprendemos dentro de las aulas (a lo que, por cierto, cada vez se dedica menos tiempo: en la Carlos III, las horas de clase semanales se cuentan con los dedos de una mano). Quiero estudiar en otra universidad pero sobre todo, quiero estudiar en otra ciudad, en otro entorno, conocer nuevos lugares y todo lo que ello conlleva. Quiero aprovechar ahora que puedo trasladarme temporalmente a otra ciudad sin mayor inconveniente, porque si no es ahora, cuando lo voy a hacer? Y por supuesto, está el factor económico: entre no recibir ni "un duro" o que te den 500€ al mes hay una importante diferencia que seguro percibe el bolsillo familiar.


Primera opción: Santiago de Compostela. Ahora a esperar una respuesta :)

miércoles, 9 de febrero de 2011

Sensaciones exclusivamente reales (de momento)

A Google Earth le queda mucho por hacer:



Esto no es lo que yo veo en mis vueltas a casa. ¿Dónde están los cúmulos de nubes que realmente parecen sólidas, hechas de algodón, tal y como creíamos de niños? ¿Y la costa como borde de un avismo infinito fruto de la confusión del mar con el cielo? ¿Y la cadena nevada que forman los Pirineos y que se estiende con aires de imponente grandeza en paralelo a nuestro recorrido?

Quizás algún día también logren incorporar la sensación de ir descendiendo, el "taponamiento" de oídos como alarma de que estamos a punto de llegar a casa. Ambiente familiar con acento "mañico" en el trayecto Roma - Zaragoza y tras recorrer unos cuántos kilómetros en el mapa real sobrevolado minutos antes, va apareciendo el Pueyo y todo lo que huele a hogar, dulce hogar :)

domingo, 6 de febrero de 2011

Domingos sin a-Gubbio

Los domingos pueden llevarnos hasta lugares interesantes si conseguimos superar la tentación de fusionarnos con el sofá durante todo el día. El sol que esta semana inunda la región de Umbría ha sido un buen factor de motivación para decidirnos a coger un autobús que nos han trasportado por curvas infinitas hasta la bonita localidad de Gubbio. Sus calles al estilo medieval resultan familiares gracias a su parecido con Perugia o Asis. Pero cada pueblo tiene su encanto y el de este, es digno de descubrir. Aunque la visita no ha sido demasiado larga, nos ha dado tiempo de dar las tres vueltas reglamentarias (nosotros a ritmo de conga, para demostrar que ya disfrutamos de una sana perturbación mental) alrededor de su Fuente de los Locos. También hemos podido montar en su teleférico compuesto de jaulas al más puro estilo Indiana Jones. Y por supuesto, disfrutar en buena compañía del encanto de ese pedazito del medievo sumergido entre paisajes montañosos.

sábado, 5 de febrero de 2011

Historias reales

Ayer fue tarde de cine en nuestro piso de estudiantes y, sin premeditación, elegimos dos películas ambientadas en Italia. Siempre despierta una especial ilusión ver en la pantalla lugares en los que has estado y no tener la necesidad de leer los subtítulos cuando hablan en la lengua local.

Una de ellas fue "Cartas para Julieta". En menos de un mes pasearemos por las calles de Verona, la mítica ciudad que Shakespeare eligió como escenario de su más famosa historia de amor. A parte de eso, lo que más me llamó la atención fue un grupo de señoras que se dedicaban a contestar las cartas que la gente deposita en la tumba de Giulietta. Me pregunté si eran unos simples personajes de la película o la cosa iba más allá. Y efectivamente, son reales. Personas que escriben respuestas para las dudas y desahogos sentimentales que miles de visitantes depositan esperando una mágica respuesta. Y mágicamente esa respuesta llega. Lejos de romanticismos exagerados, ¿no es bonito? ¿A quién no le hubiera gustado que los Reyes Magos le respondieran una de sus cartas?
¿Dónde habrá que echar el curriculum para trabajar en un puesto como ese? :)


miércoles, 2 de febrero de 2011

Punto y seguido

Vuelve a abrirse la persiana! Se acabaron los exámenes y todo lo que ello conlleva. El pronóstico para el mes de febrero se dibuja entre tranquilidad y proyectos de viajes, de seguir descubriendo lo que esconde la bella Italia. Se terminó el estudio intensivo pero en la agenda siguen apareciendo cosas por hacer. La diferencia es que se esfuman los agobios (normalmente controlados) y podemos concedernos el capricho de perder algún rato el tiempo. Sin unas épocas no disfrutaríamos de las otras. Creo que el truco está precisamente ahí, en saber valorar las diferencias.

Hemos comprobado que no es cierto eso de que nos aprueban porque llevemos la palabra "Erasmus" tatuada en la frente aunque, si es cierto, que hemos conseguido resultados por encima de nuestras medias.
Hemos experimentado lo que son los verdaderos exámenes orales: los nervios acumulados de las largas esperas, la impotencia de sentir que sabrías explicarlo mucho mejor en tu propia lengua pero también la diferencia de que el profesor (en lugar de evaluar punto por punto aquello que has escrito) se convierta en tu interlocutor. El examen se plantea como un intercambio
más de conocimientos. O por lo menos, esta impresión he sacado de mi propia experiencia. Todo tiene sus pros y sus contras. Al final, nos quedaremos con el conocimiento que nos van dando las experiencias y, en menor medida, con el extraído de aquello que hemos estudiado.

Sigamos disfrutando de cada día de más, porque yo, en un principio, ahora debería estar pensando en la vuelta definitiva a España. Cada día estoy más convencida: cinco meses no eran suficientes. Nos queda demasiado por vivir aquí :)