miércoles, 2 de febrero de 2011

Punto y seguido

Vuelve a abrirse la persiana! Se acabaron los exámenes y todo lo que ello conlleva. El pronóstico para el mes de febrero se dibuja entre tranquilidad y proyectos de viajes, de seguir descubriendo lo que esconde la bella Italia. Se terminó el estudio intensivo pero en la agenda siguen apareciendo cosas por hacer. La diferencia es que se esfuman los agobios (normalmente controlados) y podemos concedernos el capricho de perder algún rato el tiempo. Sin unas épocas no disfrutaríamos de las otras. Creo que el truco está precisamente ahí, en saber valorar las diferencias.

Hemos comprobado que no es cierto eso de que nos aprueban porque llevemos la palabra "Erasmus" tatuada en la frente aunque, si es cierto, que hemos conseguido resultados por encima de nuestras medias.
Hemos experimentado lo que son los verdaderos exámenes orales: los nervios acumulados de las largas esperas, la impotencia de sentir que sabrías explicarlo mucho mejor en tu propia lengua pero también la diferencia de que el profesor (en lugar de evaluar punto por punto aquello que has escrito) se convierta en tu interlocutor. El examen se plantea como un intercambio
más de conocimientos. O por lo menos, esta impresión he sacado de mi propia experiencia. Todo tiene sus pros y sus contras. Al final, nos quedaremos con el conocimiento que nos van dando las experiencias y, en menor medida, con el extraído de aquello que hemos estudiado.

Sigamos disfrutando de cada día de más, porque yo, en un principio, ahora debería estar pensando en la vuelta definitiva a España. Cada día estoy más convencida: cinco meses no eran suficientes. Nos queda demasiado por vivir aquí :)

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