domingo, 20 de febrero de 2011

Respuestas y Revolución

Mientras en el mundo árabe estalla la que dicen será su gran revolución histórica, algunos todavía no tenemos clara la razón de los grandes conflictos que colonizan esos territorios desde hace demasiados años. "Demasiados"... Cuándo un conflicto no dura demasiado? Todos son más largos de lo conveniente partiendo de la base de que lo conveniente sería que no hubiera conflictos.

Pero hablemos de uno cuyo comienzo se remonta a los años 40 y, a día de hoy, no vislumbramos su final: la lucha entre israelís y palestinos. El paso de los años la ha convertido en parte de la "normalidad" mundial. Estamos acostumbrados a oír hablar de nuevos secuestros, nuevos muertos, nuevos sucesos que tienen poco de novedad. Asumimos que ese conflicto está ahí y tiene difícil solución. Palestina es un lugar donde hay guerra permanente y punto. Ante la falta de soluciones, aparece la resignación.

Ayer empecé a leer "Cristo con un fusil al hombro", de Kapuscinski. En él habla en primera persona (gracias a su experiencia como corresponsal) de grandes conflictos que se desarrollan en distintos lugares del planeta. El primero del que habla es precisamente el ubicado en Palestina. Para explicar su origen, utiliza una metáfora que me pareció muy interesante:

"La gente se amontona llenándolo hasta los topes como en un autobús urbano en hora punta. Además, hace mucho calor; todo el mundo está empapado en sudor y de mal humor. Nadie tiene suficiente espacio ni suficiente aire. En semejantes condiciones se puede recorrer una o, a lo sumo, dos paradas. Pero basta que alguien le pise los pies el callo al vecino para que éste lance un grito audible hasta en las antípodas. (...) He aquí la Palestina de hoy, una de cuyas mitades queda anexionada, y la otra ocupada, por Israel."

Esperemos que la revolución que está viviendo Oriente pase realmente a la historia como el inicio de su liberación y como el fin de todo aquello a lo que le hemos puesto la etiqueta de "sin solución".

"Ellos saben que Palestina es una tierra condenada a dos pueblos, pero un pueblo no puede vivir a costa del otro, no puede asentarse a costa de condenar al otro al éxodo y la vida errante. Ahora, los palestinos son el único pueblo del mundo que no tiene patria. El único pueblo que deambula por la tierra y no tiene techo."

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