martes, 22 de febrero de 2011

Usar y tirar

El fenómeno de la obsolencia programada ha pasado de ser una táctica de los peces gordos del consumismo a una característica más de nuestro estilo de vida.
Para quien no halla oído hablar de ella, es la limitación de la vida útil de los aparatos; la raíz de que aparezca en nuestro ordenador una "simpática" ventana que nos informa de que nuestra impresora tiene algún "problemilla" que no deberías molestarte en solucionar. ¿Para qué? Mejor comprar una nueva. También es la encargada de que los envoltorios de las bombillas alardeen de durar 1000 horas mientras podrían llegar a hacerlo 10 veces más.

Los aparatos se estropean rápido pero a una velocidad menor de la que aparece un nuevo modelo y nuestras ansias consumistas de poseerlo. ¿Y que pasa cuando el "juguetito" es un IPhone, por ejemplo? La broma puede ascender a más de 500€. Porque si se estropea la batería... mejor (o necesario) comprar uno nuevo.


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