Ábrete Sesamo!

Esta podría haber sido una de las fórmulas utilizadas por los ciudadanos de Berlín para intentar abrir su famoso muro. Los mismos ciudadanos que corrieron por sus calles y las llenaron de gritos de alegría hace exactamente 20 años y un día.

Ayer, el aniversario de la caída del muro del Berlín, monopolizaba los medios de comunicación. Hoy, la Copa del Rey, el Alakrana y la violencia de género (entre otros) vuelven a robarle el protagonismo.

Me pregunto que opinarían los ya por entonces "veinteañeros" habitantes de Barrio Sésamo sobre el denominado "muro del silencio". Me pregunto si los miles de niños que se comían su "bocata" de nocilla mientras contemplaban embobados las aventuras de Espinete sabría encontarle sentido a la Guerra Fría.

Yo personalmente el 9 de noviembre de 1989 era tan solo una barriga adosada a mi madre. Decidí nacer estrenando los 90. En Berlín ya no había muro, pero en la televisión continuaban jugando incancables Epi y Blas, Coco, Peggy, Don Pimpom y el monstruo de las galletas.

Me alegro de que tras 40 años conserven su buen aspecto y de que la Guerra Fría permanezca congelada como un capítulo de la historía del que ya pasamos página.