Hambrientos de soluciones

Hoy finaliza la la Cumbre Mundial sobre Seguridad Alimentaria desarrollada en la sede de la FAO en Roma. Sobre la mesa, restos de todas las cifras digeridas durante el desarrollo de la misma. Algunas, como el niño que muere en el mundo cada 6 segundos, dejan un vomitivo sabor de boca; otras, no tan elevadas como podría pensarse, pueden inducir al optimismo. Es el caso de la cifra que sería necesaria para acabar con la falta de alimento: 44 millones de dólares, la mitad de lo pagado por Cristiano Ronaldo.

Pero no todo es tan sencillo. Introducirse en la lista de objetivos de los países desarrollados es complicado. Aspectos como estos siguen estando "a la cola".
La mayoría de estos "grandes" ni siquiera se han sentado a la mesa, pero se ha hablado de acuerdos mundiales en materia de agricultura y alimentación. El aumento de la productividad del sector primario parece ser la solución.

La agricultura? Sin intención de restar importancia al tema protagonista de la Cumbre, no puedo evitar desviar la mirada hacia un ámbito más cercano. Se habla de mejoras en un sector en quiebra en nuestro país, donde sus trabajadores son noticia constante por sus incansables protestas. Sí, creo que ya es hora de plantear soluciones para unos agricultores que en muchas ocasiones reciben, por productos de primera necesidad, un pago inferior a su coste.