domingo, 17 de abril de 2011

Microclimas familiares

Da gusto disfrutar de un típico domingo en familia. El "estar lejos" te ayuda a saber apreciar lo que, desde cerca, podían confundirse con rutinas.

Le daré la razón a Osho, el filósofo que escribió "Filosofia della non-violenza", el pequeño libro que me acompañó durante el último viaje de vuelta a casa. En sus páginas afirmaba que trasmitimos a los demás aquello que somos: es inútil tratar de contaminar nuestra atmósfera relacional con algo que no sentimos. La mía hoy estaba cargada de tranquilidad campestre y de la alegría infantil que da tener un "pequeñajo" en la familia. Es reconfortante pensar que contribuimos a construir entornos como ese... aunque también es bastante desagradable saber que somos culpables de algunos "microclimas" menos acogedores. El truco es ser conscientes de ello y asumir la responsabilidad con optimismo. Con eso me quedo de todo lo que aprendí en la asignatura de Pedagogía. No somos simples espectadores. Es reconfortante saber que somos nosotros quién tenemos el poder para amueblar nuestra cabeza y decorar nuestra vida.

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