iguieron los consejos de todas las organizaciones que advertían que debían votar "Sí" en el pasado referendum italiano si querían rechazar las cuatro propuestas planteadas. "Vota sí per dire no". Este era el lema que podía leerse en carteles y camisetas. Y así fue. Italia NO volverá a la energía nuclear, NO privatizará el agua y NO permitirá que sus políticos sean inmunes ante la ley.¿Qué sentido tiene si no todo eso que aparece en los libros de Derecho Público sobre la función que ejerce el poder legislativo sobre el ejecutivo? ¿Quién controlaría a Berlusconi y "sus amigos"? Lo que más me sorprende es que esa propuesta haya llegado a plantearse. Pero bueno, estamos en Italia. El comportamento de su presidente no suele ser muy coherente.
A pesar de que el método de voto sea a primera vista un tanto enrevesado, los resultados han sido (en mi opinión) los razionalmente esperados.
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