viernes, 23 de abril de 2010

Grandes personalidades

La actitud es la clave para hacer amenas las mayores adversidades. Hoy me ha sorprendido muy gratamente el talante de dos variopintos personajes. El primero de ellos, el poeta galardonado con el Premio Cervantes, José Emilio Pacheco. Recibir el que es considerado como el mayor reconocimeinto de las letras hispanas no ha conseguido acabar con la característica sencillez del escritor. Todos los medios comentan la anécdota del evento: unos minutos antes de recibir el premio se le calleron los pantalones y, lejos de sentirse intimidado, declaró abiertamente que era porque "no llevaba tirantes".
Lección número 1: Aprende a reirte de tí mismo. Es una buena forma de compartir grandes momentos.

El otro personaje que se ha ganado mi admiración por su actitud ejemplar (desde mi punto de vista) es Malcolm McLaren. Sí, he dicho "es". Soy de las que piensan que, aunque el productor de los legendarios Sex Pistols haya fallecido, mientras se sigue hablando de alguien, sigue estando vivo. Precisamente ha sido su modo de afrontar la muerte lo que me ha cautivado. Su funeral ha sido, cuanto menos, peculiar. Tal y como él quería, lo han enterrado en un ataúd donde podía leerse su lema, "Demasiado rápido para vivir, demasiado jóven para morir", mientras sonaba de fondo la versión de "My Way" que hizo Sid Vicious.



Esta despedida me recuerda al famoso epitafio atribuído falsamente a Groucho Marx: "Disculpen que no me levante". Sin duda, grandes personalidades.
Lección número 2: Cúando te hallas reído lo suficiente, vete por todo lo alto, disfrutando incluso ese momento.

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